Testimonios: ¿Cuál fue el clic que te decidió a dejar el alcohol?

Tal vez el alcohol sea una de las sustancias socialmente más aceptadas y por eso una de las más difíciles de dejar. Las publicidades de bebidas alcohólicas nos prometen fiestas interminables con gente linda y divertida, asociadas al lujo y el buen pasar. Nunca muestran la realidad de alguien que toma a solas. Para muchos, el  alcohol es el trampolín hacia otras drogas, como un diablito que te anima a ir por más.

Hoy, compartimos el testimonio de seis personas como vos que pudieron reconocer su adicción e hicieron el clic para dejar el alcohol. Queremos agradecerles por haber tenido la valentía de contar sus experiencias. 

 

«El alcohol es una droga más»

 
«Me costó entender que el alcohol es una droga más y aunque no me considero una persona alcohólica, sé que para poder recuperarme de mi enfermedad, debo estar limpio de todo tipo de droga. 
 

Durante mi vida en consumo, el alcohol y el cigarrillo eran acompañantes en todo momento. Y aunque pensé que sería una locura dejar de consumir TODO junto a la vez, el deseo de recuperar mi vida, a quienes amo y sobre todo a mí mismo, me dieron la fuerza para lograrlo.

Brinde con una copa de alcohol por última vez una Nochebuena y a la semana siguiente me propuse comenzar el año y esta nueva etapa de mi vida libre de alcohol. El mes entrante cumpliré un año de ese día y brindare, sin alcohol, más feliz que nunca!!!»
Xavier M. 

«Busqué ayuda para dejar de sufrir»

«Un día no quise seguir sufriendo más y busqué ayuda. No para dejar de tomar, sino para dejar de sufrir. No sabía cómo eran, pero fui a una reunión de AA en Parque Chacabuco. Lloraba mucho porque me daba mucha vergüenza y no sabía qué decir y qué iban a pensar. Iba y venía en la vereda y una vez que todos entraron ahí me animé y yo también entré.

Me recibieron muy cariñosos y atentos. Me invitaron a entrar, me dijeron que era la persona más importante (yo no entendía qué me decían y qué significaban esas palabras). No podía parar de llorar, una angustia dolorosa, me ardía el pecho y escuché a mis futuros amigos y compañeros y eran igual que yo. Les había pasado lo mismo, eso me daba un poco más de alivio.

Poco a poco, fui entendiendo lo que me decían y fui tomando cada compartir como propio. Terminó la reunión y me dijeron «NO CHUPES Y VENÍ MAÑANA «. Y así lo hice. Ya hace 1 año y medio, voy sumando de a 24 hs., me prometieron una vida mejor. No fácil pero tampoco imposible. Que lo que yo decía quedaba en la reunión: «lo que se dice acá,  acá queda». Que iban a guardar mi anonimato, que no les importaba si yo tenía plata o fama, que somos todos iguales y que compartimos la misma enfermedad que se llama alcoholismo.

Cuando escuché que era una enfermedad y que no era responsable por eso, mi dolor se empezó a aliviar, empecé a sacarme las piedras de la mochila y empecé a hacer caso de lo que me decían los veteranos, empecé a sumar y cada día me siento mejor. Voy de a 24 hs., es solo por hoy.

Y le puse las patas a la mesa:

  • Reunión
  • Servicio
  • Madrina
  • Programa

Hoy me siento una persona útil, que puede ayudar a otro alcohólico que está sufriendo y pasarle mi experiencia. Hoy retomé la carrera que dejé allá atrás por no poder seguir, ya que siempre estaba con resaca. Hoy pienso antes de actuar,  no reacciono con enojo o resentimiento. Trabajo mucho mi defecto de carácter que se potenció con el alcohol.

Gracias por dejarme este espacio. Vamos que ya no estamos solos.»
María Laura

«Hoy hace más de dos años que estoy sobrio.»


«Hola , soy Leonardo de 45 años.  El alcohol fue el disparador a un mundo de adicciones que siguió con drogas como la marihuana y la cocaína. Hasta que un día me di cuenta de que había perdido todo, tanto en lo familiar como en lo económico. Esto me generó una nueva depresión que me llevó a pedir ayuda, solo no se puede, y  me interné en una comunidad terapéutica basada en la espiritualidad. Hoy hace más de dos años que estoy sobrio. Y no quiero volver más a ese infierno. Pero el clic lo hice un día que intenté suicidarme, y algo interior me hizo pedir ayuda y dejar ayudarme.»

Leonardo

«Desde que dejé, me siento mejor»

«Dejé el alcohol porque me di cuenta de que me cambiaba para mal, gastaba dinero, me despertaba mal, con culpa. A veces me gastaba todo lo ganado en un trabajo. Desde que dejé, me siento mejor. Fue una lucha que nació cuando yo decidí dejar. Creo que en las adicciones, el adicto debe meditar y dar el primer paso, tomar la decisión de querer estar mejor, sentirse mejor, y Ser Libre!»

Gonzalo G.

«Recuperé la relación con mis hijos»

 

«Mi nombre es José, soy adicto en recuperación y me da mucha satisfacción que me brinden un espacio para poder compartir mi experiencia y mi proceso de recuperación de adicciones que en mi caso fueron alcohol y droga. Comencé de chico tomando alcohol y rápidamente me di cuenta de que me gustaba porque me hacía hacer cosas que sin la bebida no podía (divertirme, invitar a bailar a alguna chica y hasta pelear). Prontamente se apoderó de mí el Rey alcohol y fue un aliado mío en mis noches, hasta que muy solo en la ciudad de Buenos Aires me invitaron cocaína. Recuerdo que fue una noche que salí con chicas y chicos a bailar a América y ahí muy borracho me invitaron y no pude decir que no. «Esto te va a levantar. Probá, José, vas a ver», me dijieron y así fue. No solo que me levantó sino que me produjo algo que no sé describirlo con palabras. Fue un tiempo de romance con el alcohol nuevamente y con la droga, ya que luego prontamente vino la debacle y comenzó todo lo oscuro, patinadas de noches sin poder parar, robos a la madre de mis hijos, mentiras, engaños a gente, comencé a no regresar a mi casa y a no ir a trabajar. Entonces es ahí donde se dan cuenta y me doy cuenta de que algo no andaba bien. Me acerco a un médico especialista y es él quien me pasa el mensaje sobre un grupo de recuperación y que su tratamiento consistía en charlas con él y la asistencia a un grupo. Sin eso no había tratamiento; al menos con él. Y fue así que llegó a los grupos y, bueno, fue un camino difícil al comienzo, pero hoy con regalos muy preciados. Sobre todo, el de mi relación con mis hijos y así seguramente irán viniendo otras bendiciones. Desde ya, gracias por el espacio. Les dejo un saludo chicos y que se puede solo por hoy.»
José S.

 

Si precisás ayuda para dejar el alcohol, podés contactarte con Alcohólicos Anónimos:

 

¿Sos Adicto?

Esta es una pregunta que sólo tú puedes contestar. Todos hemos contestado «sí» a distinta cantidad de preguntas. El número en sí no tiene tanta importancia como el hecho de saber cómo nos sentíamos por dentro y cómo la adicción había afectado nuestra vida. En algunas de estas preguntas ni siquiera se mencionan las drogas, porque la adicción es una enfermedad traicionera que afecta todas las áreas de nuestra vida, incluso las que en un principio parecen tener poco que ver con la droga. Los distintos tipos de drogas que consumíamos no tenían tanta importancia, como las razones que nos hacían tomarlas y el resultado que produjeron en nosotros. La primera vez que leímos estas preguntas, nos espantó la idea de que pudiéramos ser adictos. Algunos intentamos rechazarla diciéndonos: «¡Bah!, estas preguntas no tienen sentido.» o «Yo soy diferente. Sé que tomo drogas, pero no soy adicto: tengo problemas reales de familia/trabajo/afectivos.» o «Lo que pasa es que ahora estoy pasando por una mala racha.» o «Podré parar cuando encuentre el trabajo, la persona, etc. que necesito.» Si eres adicto, antes de que puedas hacer ningún progreso hacia la recuperación, primero tienes que admitir que tienes un problema con las drogas. Estas preguntas, siempre que las hayas abordado con honestidad, pueden servir para mostrarte cómo el consumo de drogas ha hecho tu vida ingobernable. La adicción es una enfermedad que, sin la recuperación, termina en cárceles, hospitales, manicomios o con la muerte. Muchos llegamos a Narcóticos Anónimos porque las drogas ya no nos daban lo que nos hacía falta. La adicción nos quita la dignidad, el amor propio, la familia, los seres queridos y hasta el mismo deseo de vivir. Si todavía no has llegado a este punto de tu adicción, no hace falta que llegues. Sabemos que nuestro infierno estaba dentro de nosotros. Si quieres ayuda, la puedes encontrar en Narcóticos Anónimos. «Buscábamos una respuesta cuando pedimos ayuda y encontramos Narcóticos Anónimos. Llegamos a nuestra primera reunión derrotados y sin saber lo que nos esperaba. Después de haber estado en una o en varias reuniones, empezamos a sentir que los demás se preocupaban por nosotros y estaban dispuestos a ayudarnos. Aunque nuestra mente nos decía que nunca lo conseguiríamos, las personas de la confraternidad nos dieron esperanzas insistiendo en nuestras posibilidades de recuperación. Descubrimos que cualquiera de las cosas que hubiéramos

Los adictos en recuperación son la fuerza que impulsa este movimiento.

Juntos podemos lo que solos nunca podíamos.
Si sos adicto y hoy estás limpio, sos un milagro. Te necesitamos!

Las adicciones no distinguen edad ni sexo ni clase social ni geografía.

Nos atraviesan como sociedad y a todos nos afectan directa o indirectamente.

Aunque si somos conscientes de la problemática podemos combatirlas,

¡se puede!
Pero es necesario que todos nos involucremos en la solución,

¡Por muchos más Seres Libres, sumate al movimiento!