Julia Arpi, especialista en medicina ortomolecular y estética, nos cuenta que los anabólicos esteroides son derivados sintéticos de la testosterona, una hormona sexual masculina. Los esteroides son una sustancia muy usada entre los deportistas, sobre todo en quienes se dedican al culturismo, debido a que aumentan el rendimiento físico, la fuerza y la hipertrofia muscular.
Cuando se utilizan al nivel que los incorpora un fisicoculturista, empiezan a aparecer efectos adversos. Una de ellas es la producción aumentada de estrógenos (un grupo de hormonas clave en la salud reproductiva femenina) que, en varones, genera una dominancia estrogénica que aumenta el riesgo de cáncer de próstata y de hiperplasia prostática benigna, una enfermedad que puede ocasionar una infección, cálculos en la vejiga y, en menor medida, reducción de la función renal.
Si se utiliza en dosis suprafisiológicas (es decir, más de lo que el cuerpo precisa), aumenta para la persona el riesgo cardiovascular. También, con el tiempo, suele ocurrir un deterioro en la función hepática, que puede derivar en una hepatitis farmacológica por disfunciones en el hígado. Por último, las personas que hacen un uso crónico de los esteroides son susceptibles a tener presión alta y ACV.
Por eso, antes de comenzar a usar esteroides, es recomendable ver a un médico que indique las dosis acordes a cada organismo.