Narateen «No es fácil convivir con un ser querido en consumo»

Etapa de transición entre la infancia y la adultez, la adolescencia está marcada por un montón de rituales de iniciación que suelen ser la puerta de ingreso al mundo adulto y que muchas veces conllevan un riesgo que no se mide en primera instancia. Pero fuera de ese empujoncito entre pares a probar lo prohibido, existen otro tipo de problemáticas que exceden lo que puede pasar al interior de un grupo de amigos o amigas. ¿Qué sucede cuando siendo adolescente te toca vivir en tu casa los problemas de adicción de un pariente directo y muy querido? ¿O cuando un amigo o amiga tuya pierde el control por consumir?

De esto y otros temas, hablamos con Liz, quien se desempeña como coordinadora del Subcomité de Narateen en Argentina, un área de Nar-Anon que se ocupa de brindar apoyo a los y las adolescentes afectadas por la adicción de un ser querido.   

Contanos, por favor, qué hace Narateen…

Es un grupo para adolescentes que forma parte y es responsabilidad de Nar-Anon. En realidad la palabra -teen en inglés comprende la franja que va de los 13 a los 19 años (thirteen a nineteen). Los grupos de Nar-Anon  están formados por familiares y amigos de personas que tienen problemas con el consumo de drogas. Y dentro de estos grupos Nar-Anon se detectó que los adolescentes se entienden mejor reuniéndose con pares de su misma edad, mucho más que con adultos. Al ser menores, hay ciertas pautas que se deben seguir para mantener el cuidado de estos jóvenes. En general, son reuniones para adolescentes de 13 a 20 años aunque no hay un límite estricto de edad, lo cual puede ser considerado a conciencia de cada grupo. Hay miembros de Nar-Anon que se los denomina facilitadores (antes se los llamaba padrinos) que son quienes acompañan y guían en la coordinación de cada grupo. Estos grupos de adolescentes comparten sus experiencias y se sienten más identificados entre ellos porque, además de la adicción de algún familiar, tienen en común otros temas propios de la edad. La adolescencia es una edad crítica y cuando se suma un tema de adicciones de algún familiar, los chicos quedan en el medio de esta problemática y no tienen un lugar donde realmente ser escuchados, mucho menos en la casa. 

¿Qué temáticas específicas se trabajan con adolescentes?

Nosotros trabajamos en la autoestima y en cómo se sienten ellos mismos. Leemos la literatura de Nar-Anon, y algunos textos de Alateen aprobados para Narateen  hay algunas cosas complejas que tal vez dejamos afuera, pero tratamos de leer los textos aprobados para Narateen, que son algunos textos de Ala-teen y otros textos los adaptamos. Una vez al mes, hacemos una reunión para que los chicos y chicas nos digan qué temas quieren tratar. Puede ser el miedo, la angustia, el sentirse solo. Después trabajamos en base a los 12 pasos de Nar-Anon, ya conocidos dentro de la Confraternidad, lo cual permite a los adolescentes no solo escucha problemas y que funcione como un grupo de amigos sino recuperarse y crecer a nivel personal y sentirse bien emocionalmente aún en circunstancias difíciles.

¿Cómo son los trabajos de prevención?

Ni Nar-Anon ni Narateen somos un programa preventivo. Sí, trabajamos en reafirmar a la persona para ayudar a que se sientan bien. Hablamos de la adicción como enfermedad, los escuchamos pero no hacemos prevención. Nosotros no tratamos la adicción en sí como enfermedad en cada uno de los miembros sino que brindamos herramientas para que puedan sentirse contenidos. De alguna forma eso termina siendo algo preventivo, porque es más raro que un chico o chica se acerque a probar alguna sustancia en cualquier lado, cuando ya sabe lo que provoca la enfermedad y en lo que puede derivar.

¿Hay alguna relación entre el consumo y los adolescentes expuestos a esa situación por un mayor?

Hay distintos casos y es muy personal, pero hay chicos que no quieren saber nada con probar nada. Después hay casos de chicos que tienen un familiar en recuperación, y otros que no, que su pariente o amigo sigue en consumo, entonces es diferente la situación. Y en cuanto a la adicción, no está comprobado que sea algo hereditario. Hay casos en donde los adolescentes no quieren saber nada con consumir ningún tipo de drogas, hay otros que tal vez probaron pero no se les despertó la enfermedad, y otros que sí probaron y continuaron y tal vez tengan algún problema a futuro. Pero no porque hayan estado expuestos a una situación de consumo en la casa, van a querer consumir. Hemos visto que muchas veces los adolescentes afectados por la adicción de un familiar, se relacionan con otros amigos o parejas con problemas de consumo. Y quiero aclarar que no hacemos estudios de investigación ni estadísticas, solo somos grupos de ayuda.

 ¿Qué le dirías a un/a adolescente que está viviendo algún problema con un familiar como para que se acerque?
 
Que no se pierdan la oportunidad, que no lo dejen pasar. Que si ellos tienen algún familiar o un amigo que les preocupa porque ellos saben que tiene algún problema con las drogas, que se acerquen a Narateen porque los vamos a entender. Pueden hablarlo con un tío o con un abuelo, pero como nosotros nos enfocamos en cómo se sienten como familiares, nadie mejor que otro adolescente en su situación va a entender lo que les está pasando. Lo importante es que no se sientan solos, porque esa soledad después no hay con qué llenarla si no se trabajan estos temas. Frente a ese vacío está bueno que puedan abrir los ojos y enfrentarlo, porque no es fácil convivir todos los días con un familiar en consumo, ver deteriorarse a una persona que uno quiere. Nosotros decimos que no hace falta que hablen en las reuniones, solo con ir a un par de reuniones a escuchar puede ser muy bueno. Y nadie va a comentar nada de lo que se hable ahí.  
 
¿Cuál es el aporte de Narateen?
 
Narateen es un lugar, que ahora es virtual, al cual recurrir y ser escuchados. Los coordinadores damos nuestro teléfono para que los chicos y las chicas se comuniquen cuando quieran, y ese apoyo es incondicional. Saber que alguien está disponible para escucharte cada vez que lo necesites es algo que tiene muchísimo valor. A nosotros nos reconforta servir para escucharlos y ayudarlos. Y entendemos por el momento que están pasando. 
 
En relación a estos temas, ¿qué te parece el trabajo que se hace desde Seres Libres?
 
Me parece buenísimo porque es blanquear una realidad que muchas veces está oculta, que avergüenza y que mucha gente no quiere ver. La adicción es una enfermedad y está bueno ponerla en palabras sin que sea enfocada desde un lugar sensacionalista. Está bueno hablar de una enfermedad que involucra a toda la familia, no solo a la persona que consume.
 
 
¿Querés participar de las reuniones de Narateen?
 
 

¿Sos Adicto?

Esta es una pregunta que sólo tú puedes contestar. Todos hemos contestado «sí» a distinta cantidad de preguntas. El número en sí no tiene tanta importancia como el hecho de saber cómo nos sentíamos por dentro y cómo la adicción había afectado nuestra vida. En algunas de estas preguntas ni siquiera se mencionan las drogas, porque la adicción es una enfermedad traicionera que afecta todas las áreas de nuestra vida, incluso las que en un principio parecen tener poco que ver con la droga. Los distintos tipos de drogas que consumíamos no tenían tanta importancia, como las razones que nos hacían tomarlas y el resultado que produjeron en nosotros. La primera vez que leímos estas preguntas, nos espantó la idea de que pudiéramos ser adictos. Algunos intentamos rechazarla diciéndonos: «¡Bah!, estas preguntas no tienen sentido.» o «Yo soy diferente. Sé que tomo drogas, pero no soy adicto: tengo problemas reales de familia/trabajo/afectivos.» o «Lo que pasa es que ahora estoy pasando por una mala racha.» o «Podré parar cuando encuentre el trabajo, la persona, etc. que necesito.» Si eres adicto, antes de que puedas hacer ningún progreso hacia la recuperación, primero tienes que admitir que tienes un problema con las drogas. Estas preguntas, siempre que las hayas abordado con honestidad, pueden servir para mostrarte cómo el consumo de drogas ha hecho tu vida ingobernable. La adicción es una enfermedad que, sin la recuperación, termina en cárceles, hospitales, manicomios o con la muerte. Muchos llegamos a Narcóticos Anónimos porque las drogas ya no nos daban lo que nos hacía falta. La adicción nos quita la dignidad, el amor propio, la familia, los seres queridos y hasta el mismo deseo de vivir. Si todavía no has llegado a este punto de tu adicción, no hace falta que llegues. Sabemos que nuestro infierno estaba dentro de nosotros. Si quieres ayuda, la puedes encontrar en Narcóticos Anónimos. «Buscábamos una respuesta cuando pedimos ayuda y encontramos Narcóticos Anónimos. Llegamos a nuestra primera reunión derrotados y sin saber lo que nos esperaba. Después de haber estado en una o en varias reuniones, empezamos a sentir que los demás se preocupaban por nosotros y estaban dispuestos a ayudarnos. Aunque nuestra mente nos decía que nunca lo conseguiríamos, las personas de la confraternidad nos dieron esperanzas insistiendo en nuestras posibilidades de recuperación. Descubrimos que cualquiera de las cosas que hubiéramos

Los adictos en recuperación son la fuerza que impulsa este movimiento.

Juntos podemos lo que solos nunca podíamos.
Si sos adicto y hoy estás limpio, sos un milagro. Te necesitamos!

Las adicciones no distinguen edad ni sexo ni clase social ni geografía.

Nos atraviesan como sociedad y a todos nos afectan directa o indirectamente.

Aunque si somos conscientes de la problemática podemos combatirlas,

¡se puede!
Pero es necesario que todos nos involucremos en la solución,

¡Por muchos más Seres Libres, sumate al movimiento!